Al hablar del blockchain lo primero que llega a la mente es la imagen de criptomonedas e incluso ambos conceptos han llegado a confundirse. Lo cierto es que estas últimas son activos digitales que, con altibajos, se han transado por más de una década en los mercados de capitales; mientras las “cadenas de bloques” –como se llaman en español– son una tecnología cuyo potencial va mucho más allá. Según explica la consultora KPMG, esta plataforma es aplicable a otros ámbitos y sectores para gestionar de manera más amigable, confiable y eficiente, grandes cantidades de datos como transacciones contables, operaciones de derivados y eventos relacionados al ciclo de vida de un producto o la propiedad de activos. Esta tecnología ha transformado procesos en diferentes sectores económicos, científicos y otros ámbitos. De hecho –señala un artículo de BBVA–, existen plataformas que utilizan la tecnología blockchain para visibilizar la cadena de suministro de los productos de consumo, siguiendo el recorrido, por ejemplo, de un alimento desde que es cultivado hasta que llega a la mesa. Descentralización Enoc Rubio, director de Tecnología del Puerto de Barranquilla, empresa que se ha apoyado en la tecnología para mejorar el servicio a sus usuarios, señala que el blockchain se usa, básicamente, para mantener un registro inmutable y descentralizado de la información. ¿Cómo se da esto? “Los datos no se almacenan bajo la tutela de una sola empresa y cualquier persona en el mundo podría participar”, explica. Aclara además que “nuestra empresa, a diferencia, guarda los datos en más de un data center, pero eso no los convierte en descentralizados”. El blockchain permite registrar transacciones de forma permanente dentro de una red, donde lo novedoso es que el cruce de datos entre dos partes no exige de un solo tercero que certifique la información, sino que debe darse una validación de más del 50% de los nodos, que no necesitan conocerse entre sí. La información introducida no puede ser eliminada, sólo se puede añadir información nueva, ya que los bloques están conectados entre sí a través de cifrado criptográfico, por lo que modificar datos de un bloque anterior a la cadena resulta imposible sin la autentificación ya explicada. En el puerto

La Guía para puertos de la Unctad, publicada en 2022, en el marco de problemáticas ligadas al COVID- 19, dice que la pandemia aceleró la difusión de nuevas tecnologías –incluida la digitalización– y destacó

las guías de carga electrónicas, los centros logísticos inteligentes y el blockchain como “medidas útiles para garantizar la continuidad del negocio, los puertos abiertos y la cadena de suministro marítima en funcionamiento”.

¿Por qué el blockchain va a ser fundamental para el sector portuario? Rubio señala que “nosotros somos un pedacito de toda la cadena. Aquí interactúan líneas navieras, agencias de aduanas, transportadores, el Gobierno, las diferentes autoridades, antinarcóticos y DIAN, así como el Ministerio de Transporte y el RUNT para validar los vehículos”. Concretamente, dice la Unctad, “las tecnologías como el internet de las cosas y blockchain pueden ayudar a diversificar los servicios de transporte de carga proporcionando visibilidad en tiempo real, interacciones mejoradas y advertencias”. “Si tú mantienes una información, una única información disponible para todo el sistema logístico y portuario, vas a tener una ventaja espectacular y vas a ser competitivo en la región entonces. Hacia eso

está apuntando”, agrega el director de Tecnología del Puerto. Es hora

Para los puertos y la logística en general entrar en esta dinámica es indispensable, junto con otras innovaciones tecnológicas que conforman la cuarta revolución industrial como lo son además la inteligencia artificial, el internet de las cosas y las comunicaciones con tecnología móvil 5G, entre otras. Recientes estudios de Cepal, en sintonía con los análisis del World Economic Forum, señalan que justamente uno de los grandes riesgos es la brecha que podría extenderse entre aquellos países que puedan abordar económica y estratégicamente el uso de tecnologías y aquellos que no puedan oportunamente innovar sus procesos. “Las comunidades en América Latina, y más acentuadamente en los países que forman la comunidad del Caribe, por ejemplo, tienen un pasado y un presente fuertemente vinculados a la actividad portuaria, y la misión de sus autoridades tiene un fuerte compromiso con el bienestar y el desarrollo sostenible de la sociedad que los rodea”, puntualiza el organismo regional sobre esta necesidad.